Lo ecologizante es el medio. Cuatro formas de definir desde lo ecologizante el concepto de comunidad de prácticas. Y viceversa.

* Este enunciado trata de explorar los potenciales de situaciones arquitectónicas ya conocidas, propias y ajenas, y de establecer conexiones entre ellas. Que esos potenciales existen es mucho más que evidente. Continuamente aparecen documentos de muy distinto formato, videos escritos, performances, construcciones, libros o exposiciones que no solo dan cuenta de su existencia, sino que nos interpelan y cuestionan con su presencia a nosotros y a nuestro escenario vital y cultural.  Menos clara es la manera cómo esos potenciales quedan vinculados y cómo ese entrelazamiento construye enunciados de nuevas prácticas en las que cada parte lanza nuevos interrogantes o proposiciones imprevistas solo por el hecho de estar juntas. Esa comunidad de prácticas operando simbióticamente es fácil de aprehender si se trata de un medio homogéneo, o un medio en el que la práctica cultural, social o política ha configurado como homogéneo. El reto ecologizante es construirla y desarrollarla en un medio en el que a priori unas cosas tienen poco que ver con las otras. La pregunta qué arquitectura para qué medio es una pregunta que trata de desarrollarse en ese contexto.  Lo ecologizante es el medio.  

El recorrido que realizaré para documentar la pregunta del titulo [¿Qué arquitectura para qué medio?  Lo ecologizante es el medio]  es a la vez académico y literario. Ser académico me ha permitido autocaracterizarme en distintos tiempos construyendo distintos discursos, a la vez que iba sintiéndome construido por ellos. Es un devenir literario, a veces propio, a veces ajeno, que en cada momento ha definido un lenguaje desde el que cuestionar algunas centralidades que soportan la continuidad de la arquitectura. Cuando se tiene la convicción, que es una convicción cultural y política, que desarrollaré más adelante, de que los edificios no son lo único que representa a la arquitectura, esos documentos singulares y diversos con los que la arquitectura se identifica, esos libros que hablan de ella, o de asuntos que le conciernen, no son solo literaturas que explican lo que sucede sino que construyen lo que sucede. Son literaturas que actúan como “terrenos de vida”, que no solo movilizan formas de supervivencia y orientación activando nuestros procesos de liberación y emancipación, sino que activan los potenciales de comunicación y conexión, los puentes de convivencia con otras prácticas vivas. Lo ecologizante establece las bases para esta comunidad de prácticas vivas. Y lo hace desde la convicción de que también la arquitectura es una de esas materias vivas.  

Hay cuatro hitos que fijan este recorrido, y los cuatro tienen en común el reconocimiento de las prácticas académicas como el lugar en el que se han ido construyendo esos enunciados para una transición a lo ecologizante. Nunca insistiremos bastante en la condición ecosistema que tiene lugar en la academia de coincidencia de cuerpos e instituciones, y el campo experimental único que esta superposición supone.   Los cuatro hitos sobre los que se ha construido esta versión son los siguientes.

1. Los relatos contenidos en el libro ARQUITECTURA IN-DEPENDIENTE  ( Jose M Torres  2018)  que dan cuenta del sentido de reinvención de la docencia de proyectos de Arquitectura en Alicante como un espacio habitable reciclado. 2 Los seminarios desarrollados en el Master de la UTS Sidney, 2019 y 2020,  en el que el trabajo sobre la idea de lo ecologizante introduce el enunciado de la tercera institución;  3  El inicio, también en Sídney, en el marco de la optativa Will you  married me?  de la formulación de las bases para una epistemología disidente. 4 La propuesta actual, que reconoce la condición afirmativa de lo ecologizante que en su errático deambular construye un jardín de cuerpos y tecnologías de especies arquitectónicas vagabundas.  

1 lo ecologizante nació al escribir arquitectura in-dependiente

           Soy académico, soy arquitecto y soy de izquierdas. Esta presentación sitúa sin equívocos el discurso que he construido y el que quiero construir. Y el que informó mi trabajo como responsable del área de proyectos de Arquitectura de la Universidad de Alicante 1997-2017. Si queremos convivir con otrxs, esos muchos otrxs deberán saber de antemano dónde y cómo queremos aterrizar.  

Este libro narra la experiencia de cómo se construyó la docencia como una materia viva en base a dos situaciones  que se combinaron aceptando el riesgo de reinventar la academia como un espacio habitable Primero por entender las practicas académicas como practicas ecosistémicas donde la interacción se daba entre cuerpos e instituciones: profesores, alumnos arquitectura  y universidad, que al ser movilizadas simultáneamente  no eran nombres o lugares neutros sino partes en litigio que orquestaban la interacción y la interdependencia. Lo segundo fue darle nombre a esa interacción, definir esa práctica no por lo que era sino por lo que podía ser: por entender lo ecologizante, como  una producción arquitectónica que hace hacer ecologías.    

2.  lo ecologizante es la tercera institución

Los dos cursos de master en Sidney  fueron propuestas para reinscribir la arquitectura , y las producciones arquitectónicas en genera, en  marcos sociales y culturales más amplios para problematizar la perspectiva heredada basada fundamentalmente  en una apreciación patriarcal del mundo. La apreciación de B. Latour …””el nuevo régimen climático no tiene institución compartida” nos dió pie a pensar las practicas arquitectónicas ecologizantes como el punto central de la agenda de la tercera institución: lo ecologizante se instituía en comunidad de prácticas al tiempo que la tercera institución, la que está por venir,  se instituía como un territorio vivo.

Un buen ejemplo de ello es la edición del libro More Than-human, un texto editado desde cuatro instituciones ( Het Nieuwe Instituut, Serpentine Galleries, Ofice for Political Innnovation Y Manifesta Foundation ) y tres editores Andres Jaque , Marina Otero y Lucia Pettroiuste con Lisa   Mazza

El libro edita 34 intervenciones que desde 1990 hasta 2020 cruzan y unen voces, actitudes, prácticas de las más variadas disciplinas que construyen en cinco epígrafes (Ensamblajes y proliferaciones; lo queer más allá de lo humano; hacia una justica más allá de lo humanos; tecnologías y, finalmente, con y más allá de lo humano) alegatos contra una  humanidad entendida como algo autónomo y autosuficiente para poder construir en común un mundo implicado en retos ecologizantes.

3 lo ecologizante es una disidencia en tiempo real

La necesidad de montar un programa para una optativa para el curso de Sidney 2020 y la comprensión profunda del compromiso que las otras disciplinas habían establecidos con sus propias historias, y sobre todo motivado por la formulación epistemológica que construye el texto de Paul B. Preciado Yo soy el monstruo que os habla, coincidieron en el inicio de mi revisión  del libro de Rem Koolhaas  Delirious New York. El libro aparecía  como el acontecimiento central en torno al cual se reconstruyen los dos enunciados heteronormativos centrales de la arquitectura desde 1978 hasta nuestros días: la única representación posible de la arquitectura son los edificios;  y el arquitecto, blanco masculino y anglosajón, es el único ser que en forma de arquitectoestrella puede organizar el espacio habitable y la ciudad.

A diferencia de lo que ocurre en otras disciplinas, la historiografía de la arquitectura es realmente poco critica, y la epistemología que se construye desde ella muy sesgada. El trabajo en curso y en tiempo real sobre el libro DNY intenta compendiar lo ocurrido en arquitectura cuando las practicas arquitectónicas evitan esos dos puntos centrales y cuando la cultura del proyecto acepta ser una parte activa de la cultura de la tierra.

4. lo ecologizante es ese errático deambular para construir un jardín de cuerpos y tecnologías de especies arquitectónicas vagabundas.

El tercer viaje a esa literatura viva es el que procede de dos libros que abren una inmensa referencia a lo que aquí nos interesa: el elogio, la adscripción militante a la vida y a los experimentos aterrizados en el error, lo imperfecto, lo escurridizo y lo indefinible. Lo que tienen en común el Diseño del Medio  de Keller  Easterling y Glitch feminism Legacy Rusell, es que son textos que moviéndose entre la memoire y el ensayo, optan por averiguar la condición de emancipación y de liberación en las fisuras existentes entre las tecnologías, el género y los cuerpos.

Gilles Clement, por otro lado, ha desarrollado profundamente la construcción de lo que significa lo vivo. Sus textos han sabido trascender la evidencia de lo que procede del jardín para convertir sus escritos en referencias ineludibles a la ecología como cosecha de estiércol. “Se trata de reinventar el espacio habitable reciclando la producción aparentemente inútil procedente de todas las fuentes de consumo -aquello que llamamos residuos_ para transformarlo en materiales de construcción y de uso cotidiano”.  

Entre el jardín de G. Clement y su complejidad biológica, donde todo es metamorfosis entre el residuo y lo vivo, en el que hojas, troncos, raíces, hongos, savia agua y aire instituyen una comunidad de bienes no diseñados; en el que la  interacción se establece  como verdadero sujeto del diseño, y  en el que la acción es la forma, y el “diseñador no está diseñando una cosa sino un medio para involucrarse, desconectar , infectar , secuestrar o reconfigurar una situación a lo largo del tiempo”, o la reivindicación de nosotros mismos en performar y autotransformarnos en una de nuestras múltiples identidades y avatares, que buscan su emancipación en las fisuras existentes entre el género, la tecnología  y el cuerpo, se establece un inmenso campo de formas y seres vivos existiendo. Es en ese medi donde tiene todo su sentido hablar de arquitectura ecologizante como una comunidad de practicas, y entender la arquitectura como una materia viva.

Alicante Febrero 2022